Hay bodas que se viven de una forma especial, y la de Ana & Paco fue una de ellas. Desde los preparativos en Burgos, los nervios y la emoción se sentían en cada rincón. Mientras Ana se rodeaba de su gente más cercana, entre risas y pequeños momentos de complicidad, Paco intentaba disimular los nervios… aunque la verdad es que la emoción terminó por delatarlo más tarde, cuando llegó el gran momento.
El escenario elegido no podía ser más impresionante: el Palacio de Saldañuela, un lugar con siglos de historia y reconocido como Bien de Interés Cultural, que convirtió su boda en algo aún más mágico. Bajo sus imponentes muros y rodeados de un entorno único, Paco no pudo contener las lágrimas cuando dijo el “sí, quiero”. En ese instante, todo lo demás desapareció y solo quedaron ellos dos.
Durante de la ceremonia, llegó uno de los momentos más emotivos del día. El mejor amigo de Paco tomó la palabra para dedicarle un discurso lleno de recuerdos, risas y sentimientos a flor de piel. Aunque intentó mantener la compostura, la emoción terminó por ganarle, y no fue el único… Más de uno tuvo que secarse las lágrimas. Y cuando pensábamos que era imposible superar tanta emoción, durante el banquete llegó el turno de la hermana de Ana, que les dedicó una canción preciosa. Y en ese instante, todos sentimos lo especial que era ese día para ellos.
Y después de tanta emoción… llegó la fiesta, ¡y qué fiesta! Risas, brindis interminables y una pista de baile que no se vació en toda la noche. Ana y Paco lo dieron todo, disfrutando al máximo cada instante, porque eso es lo que hacen las mejores bodas: convertir un solo día en un recuerdo para toda la vida.
Aquí te dejamos algunos de esos momentos únicos. Si estás preparando tu boda y buscas un fotógrafo que capture cada emoción con naturalidad y sin artificios, estaremos encantados de formar parte de tu historia. ¡Hablemos!
