Hay bodas que se sienten como una gran reunión de amigos. La de Moni & Quique en la Casa Rural La Badia, en Lucillos, Toledo, fue exactamente eso: un fin de semana inolvidable, lleno de complicidad, risas y mucha diversión.
Lo más especial de esta boda es que no fue solo suya, sino de todos. Cada detalle, desde la decoración hasta la comida, pasando por la organización del alojamiento, lo prepararon entre ellos y sus amigos. No había un equipo de wedding planners detrás, solo un grupo de personas unidas por el cariño y las ganas de celebrar el amor de Moni y Quique a lo grande. Y vaya si lo lograron.
Fue una boda sin prisas, sin formalidades innecesarias, pero con toneladas de emoción y buenos momentos. Desde el primer brindis hasta los partidos de fútbol improvisados en mitad de la tarde. Y claro, con un final épico: Quique acabando en la piscina, porque una boda como esta no podía terminar de otra manera.
La amistad, la complicidad y la alegría se respiraban en cada rincón de La Badia. No fue solo un día de boda, fue un fin de semana de celebración, donde cada abrazo, cada carcajada y cada brindis quedarán en la memoria de todos los que estuvieron allí.
Aquí te dejamos algunos de esos momentos irrepetibles. Si estás buscando un fotógrafo de bodas que capture la esencia real de tu historia, nos encantará formar parte de tu aventura. ¡Hablemos!